La escuela y la educación una posibilidad para fortalecer la cultura de los derechos humanos

Resumen

La mundialización de la economía, el reacomodo geopolítico, los conflictos entre pueblos y naciones, la desigualdad social, así como el avance vertiginoso en la ciencia, la tecnología y la cultura; son rasgos y desafíos significativos del tercer milenio. La racionalidad técnica-instrumental propicia una educación que establece roles y competencias como elementos centrales de la formación profesional, soslayando la problemática sobre los fines, objetivos y la dimensión social y política de la educación. En México se observa que los contenidos, estructuras y enfoques curriculares, se han apegado a los "lineamientos y directrices" de la política educativa emanada de las "recomendaciones" de los organismos e instituciones financieras a nivel mundial. El respeto y la práctica de los DDHH es uno de los grandes desafíos de la humanidad ante el predominio de la racionalidad instrumental y la lógica del libre mercado, que concibe al ser humano como el "homofaber". El currículum rígido y vertical, crea condiciones para un ejercicio del poder, basado en la antidialogicidad, la imposición y el autoritarismo. La escuela requiere estructuras curriculares flexibles y una organización democrática, donde los docentes deberán asumir una actitud de profundo respeto y práctica de los derechos humanos dentro y fuera de la escuela.